¿Cómo evoluciona un niño de 0-1 año?
Durante el primer año de vida, suceden de forma acelerada grandes avances en el desarrollo de los niños. A lo largo de estos doce meses, los bebés pasan de una escasa actividad (aunque muy intensa en términos evolutivos) a intentar ganarse la atención y el afecto de quienes le rodean a través de sus gestos, sonrisas e incluso, primeros sonidos y palabras.
Día a día el bebé conquista nuevas adquisiciones que suponen grandes avances evolutivos:
• Descubre el movimiento: El avance en las habilidades motrices, es lo más evidente durante el primer año. El bebé adquiere fuerza y tono muscular. Pasa de controlar únicamente su cabeza a rastrear, gatear y casi sin darnos cuenta, a dar sus primeros pasos.
• Descubre los objetos que le rodean: Cada vez le interesan más los objetos que le rodean deseando cogerlos y manipularlos con sus manos, lo cual va a favorecer el desarrollo de su motricidad fina.
• Agudiza sus sentidos: Desde que nace, su audición es perfecta; el tacto también está desarrollado por lo que disfruta de las caricias y contacto físico. Su visión va desarrollándose poco a poco pasando de ver sólo a una distancia de unos 25 cms., en el primer mes y estabilizándose ya alrededor de los seis meses, momento en que es capaz de enfocar, seguir los objetos y explorarlos con la vista.
• Aprende a expresarse: Desde el primer mes, ensaya nuevas formas de expresión llamando la atención a través del llanto y movimientos de brazos y piernas. Posteriormente empieza a emitir balbuceos pasando poco a poco a imitar sonidos muy básicos pero aprendidos de su entorno, hasta llegar a las primeras palabras alrededor de los doce meses.
• Crecimiento: En promedio, los niños han triplicado su peso de nacimiento y han aumentado su longitud aproximadamente un 50 %. Sus cuerpos comienzan a mostrar una mayor proporción de músculo y menos grasa en comparación con los primeros meses de vida.
• Memoria y reconocimiento: Empiezan a recordar y reconocer a personas y objetos familiares. Pueden mostrar preferencia por ciertos juguetes y buscar cosas que han visto anteriormente.
• Comienza su desarrollo emocional: A través de las pequeñas interacciones del niño, se van sentando las bases de su desarrollo social y emocional. Desde que nace, el niño aprende a amar y confiar en la medida en que siente el cariño y la atención de las personas que le rodean.
El primer año del niño va a tener una importancia vital en la formación de su personalidad. El afecto recibido por parte de los padres en estos momentos revierte muy positivamente en su futuro. La privación de esta relación puede marcar la vida afectiva de los niños.
5 consejos para los padres de bebés de 0-1 año
- La creación de un ambiente rico en estímulos táctiles, visuales y auditivos, junto con un clima lleno de afecto y la adecuada satisfacción de sus necesidades, ayudarán al niño en su crecimiento y en el desarrollo de sus capacidades y habilidades.
- Fomentar el juego seguro: Proporciona un entorno seguro y estimulante para que el niño explore. Asegúrate de que los juguetes sean apropiados para su edad y no representen un riesgo de asfixia.
- Hablar y leer: Hablar con tu hijo y leerle todos los días es crucial para su desarrollo del lenguaje. Usa frases simples y repite palabras para ayudar a fortalecer su comprensión.
- Rutinas consistentes: Las rutinas diarias proporcionan seguridad y ayudan a los niños a entender el mundo a su alrededor. Establece horarios regulares para las comidas, el sueño y el juego.
- Estimular los intercambios afectivos por medio de sensaciones placenteras. Favorecer la sonrisa social, poniéndonos frente al niño, hablándole y haciendo diferentes gestos que llaman su atención.