Un día más, ha amanecido lloviendo en Leioa, y nos tocaba día de piscina, pero eso no nos ha frenado en absoluto.
Que hace frío... pues hacemos día de piscina, pero sin mojarnos claro. ¿Y cómo hacerlo? Que mejor manera que disfrutando en nuestra pequeña piscina de bolas, eso sí, por parejas, que todos juntos no entramos. Y así de paso trabajamos la autonomía quitándonos y poniéndonos los zapatos nosotros solos... menos los más pequeños de la casa, que hacen "trampa" porque vienen sin zapatos.
