A partir de los dos años los niños van a pasar de una dependencia total de sus padres como adultos que intervienen en su cuidado, higiene y salud, a ser parcialmente ayudados por sus padres, para terminar siendo relativamente autónomos en el desempeño de estas actividades.
Para conseguir ser autónomo los niños necesitan, por un lado, motivación para querer hacer las cosas por ellos mismos, y, por otro, que nosotros, los padres, dejemos de hacérselas. En la práctica estos logros se pueden conseguir mediante una serie de estrategias. A continuación, os proponemos un tema a trabajar en el que os damos una serie de consejos.
Es normal que a los padres nos surjan dudas sobre si nuestro hijo va a estar preparado o no para quitarle el pañal. Sin embargo, si lo trabajamos con serenidad y espíritu deportivo, no tardaremos en ver resultados.