La semana pasada los niños y niñas de Haurkabi jugamos por la tarde con Arena kinestésica, que es una arena mágica que ni mancha ni se pega.
La arena kinestésica es muy buena para trabajar desde edades tempranas porque se mantiene libre de polvo y alérgenos y es por naturaleza libre de gluten y antimicrobiana. Además no deja residuos, las manos se mantienen limpias.
Beneficios de jugar con la arena:
1- Físico/ Psicomotricidad fina: jugando a construir o dibujar con la arena, usando las palas, cogiendo montoncitos y lanzándolos, haciendo castillos con los cubos... en muchas de estas actividades requiere de precisión y de control.
2- Cognitivo: Jugando no se dan cuenta de que van adquiriendo pequeños conceptos nuevos como el de lleno, vacío, los diferentes pesos o la relación de causa y efecto. Los distintos moldes les hacen apreciar los volúmenes y las formas.
3- Creativo: El juego simbólico en el que una montaña de arena se convierte en un precioso castillo de princesas, o un agujero en una plaza de garaje, desarrolla la imaginación y la creatividad. La arena es uno de los mejores juegos de construcción en el que poder sacar toda nuestra creatividad.
4- Sensitivo: La arena nos hace desarrollar uno de los principales sentidos, el del tacto. Solo con sentirla y dejarla escurrir entre los dedos, el niño experimenta sensaciones nuevas, la puede apretar o lanzar al aire y manejarla a su antojo.
5- Conexión con el entorno: Jugar con arena y mezclarse con otros niños aporta grandes beneficios. Se socializa, desarrolla el juego en equipo, interactúa, aprende nuevas palabras, siente la conexión con la naturaleza (si estamos en la playa), visualiza un nuevo entorno y aprenden a limpiarse después del juego.
Así que, aunque le veas tirarse un cubo de arena por encima de la cabeza mientras lleva el traje de los domingos, no te enfades, haz diez respiraciones profundas y piensa en las utilidades que le puedes sacar a esta experiencia.